sábado, 29 de enero de 2022

Un cuento para pasar la tarde con mates y leyendo

 

El cachorro





El frío y la neblina de la mañana de junio no dejaban ver el camino. Atravesar el parque era una verdadera hazaña que debía hacer a diario. El trayecto, por momentos, tenía una mínima elevación que permitía apenas algo de visibilidad. El pasto tenía los despojos de una escarcha que azotó durante la noche y los árboles desnudos, no servían de refugio para ningún nido.


Cuando me faltaban unos kilómetros para llegar a la curva, me sobresaltó algo raro en la ruta. Aminoré la marcha del auto para ver de qué se trataba. Para mi asombro, una caja tenía movimiento y estaba atravesando el camino. Me detuve y fui a curiosear. Entre la sorpresa, la ternura y la bronca, cuatro ojitos pequeños me miraron. Eran dos cachorros de perro que sin dudas habían sido abandonados por alguien desalmado. No lo dudé. Los levanté y con la misma caja, los acomodé en el asiento trasero.


Me impresionó el estado calamitoso de sus pequeños cuerpos, A cualquiera les hubiese dado asco. A mi no. Soy un hombre muy sensible y los perros me conmueven.


Cuando los llevé a mi casa, y los saqué de la caja comenzaron a corretear por el patio con mucha dificultad. Eran dos esqueletos forrados en piel aterciopelada, algo raída por la incipiente sarna que acechaba. Uno de ellos estaba ciego. Sin duda se había lastimado con alguna rama.


Los lleve a la veterinaria que vació los bolsillos con un montón de cremas, pomadas, pastillas, jarabes, además de las inyecciones que semana a semana le aplicaba. Vitaminas, proteínas, calcio, hierro y...comida, mucha comida. Eran dos desesperados a la hora de comer. A un solo movimiento o sonido de utensilios, empezaban a mover la cola y a relamerse el hocico con la lengua.


Los llame “ Hilacha” y “ Piltrafa”.


En dos meses empezaron a tener forma de perros. Sus patas ya no eran dos caños de agua, para parecerse a patitas de cachorro. A Hilacha, pronto me lo pidieron. Era color té con leche y a pesar de la ceguera de un ojo, era más fuerte y con un porte importante. No supe ni quise saber nada sobre su suerte.


Me quedé con Piltrafa, que pronto se convirtió en un compañero inseparable de convivencia. Eramos dos machos solitarios compartiendo los almuerzos y algunas cenas y pasaba algunas tardes enseñándole cómo atrapar la pelota.


Era increíble la habilidad con que aprendía. Y también era extraño el magnetismo que ejercía sobre mí. El perro llegó a mi vida quince días más tarde de la muerte de mi madre. Con ella había vivido todos y cada uno de mis sesenta años y la nostalgia y el vacío difícilmente se me pase alguna vez . Sin embargo, pasaba muchas horas frente a su tumba, charlando con ella (no solía contarle muchas cosas cuando vivía) y adornando el lugar con flores que jamás le llevé cuando vivía. Al llegar a casa él me estaba esperando alborotado y ansioso, hacía que esa tristeza se me pasara pronto.


Era un perro muy inteligente. Mi tono de voz le alcanzaba para recibir una orden. Iba y venía con una pelotita y la dejaba a mis pies , esperando que yo la tomara y la volviera a arrojar. Cuando decía “ ¡ a comer!”, comenzaba a dar saltos alrededor de mi, lamiéndose el hocico.


Lo que más me impresionaba eran sus ojos negros. No me los quitaba de encima. Solo me miraba todo el tiempo con esa mirada penetrante. Él entendía lo que me pasaba. Él sabía lo que estaba pensando, lo que sentía. Su perfil, era perfecto. Un hocico respingado y cortito, casi gracioso. Tan lindo que me recordaba el perfil de mi mujer y como mi mujer, él estaba pendiente de mí todo el tiempo. Me seguía a todos los rincones de la casa con todo su cuerpo, con sus ojos y esa mirada negra con alma blanca.


Se ponía inquieto cuando alguien me visitaba y no le gustaba nada quedarse solo. A veces lo llevaba a jugar con mis nietos y quedaba agotado de cansancio. Me hacía reír tanto con sus ocurrencias y las “fiestas” que hacía, que muchas veces pensé que no fui yo quién lo encontró. Fue él quién me encontró a mí y me devolvió ese niño dormido por tantos años de responsabilidades. Me devolvió esas ganas de reír a carcajadas y correr como un boludo atrás de una pelota de tenis gastada o de revolcarme en el piso para esperar que me muerda despacito.





Cuando cumplió los seis meses había abandonado la desesperación por la comida. Tal vez, porque estaba seguro de que iba a comer. Y por supuesto, se había convertido irremediablemente en un cachorro.


Cada vez que la puerta de la calle se abría, allí iba él en busca de la aventura. Le bastaba veinte o treinta metros de vereda y mis gritos desesperados para sentirse satisfecho. A la entrada lo esperaba una paliza que le propinaba para que no vuelva a repetir la hazaña.


También se tomó la mala costumbre de romper las plantas que tan cuidadas las tenía. ¿ Cómo no podía adivinar que la jardinería era mi hobby?. Yo amo las plantas y dedico mucho tiempo a injertar brotes, a cambiar de macetas, a puntear la tierra para decorar con plantines de estación. Y él, con todo su atropello e inconsciencia, mordía, saltaba, pisaba, arrancaba, rompía, deshilachaba, comía, meaba impunemente todo lo que encontraba en su atolondrado paso infantil.


Tenía que encontrar una rápida solución. Tenía que encontrar a alguien que quisiera adoptar a un perrito tierno. A cada cliente, le ofrecía el perro. Para ello debía tratar de convencerlos hablando de lo lindo que era, lo inteligente, lo simpático, lo guardián, lo buen compañero... Y por fin alguien accedió.


Esa misma noche lo vendrían a buscar. En un principio me dio tanta lástima por él que le dediqué los últimos minutos jugando a la pelota. Cuando se fue, apoyó su hocico en la ventanilla del auto y me clavó sus ojos ( quizá agradeciendo todo lo que había hecho por él).


Cuando entré al patio, todo estaba tan solo como en un principio. Tan solo como mi corazón de poca paciencia y arrebatos tan atolondrados como irracionales.


Y bueno... era un hermoso perrito. Pero después de todo, solo un perro.








VIRGINIA AGUIRRE: 20-01-2022

sábado, 2 de octubre de 2021

El poeta Almafuerte: Pedro B Palacios

 "Y a pesar de ser bálsamo y ser  puerto

de ser lumbre, ser manta y ser comida,

¡A mi nadie me amó sobre esta vida!

Ni nadie me honrará después de muerto"

El museo de Arte moderno y su nueva biblioteca

 TIENE 7.000 VOLÚMENES SOBRE ARTE

El Museo de Arte Moderno inauguró su nueva biblioteca



Buenos Aires. El Museo de Arte Moderno inauguró el mes pasado su centro de documentación especializado en arte con más de 7000 volúmenes que a partir de ahora podrán ser consultados en su renovado espacio. La biblioteca fue creada en 1960 con la misión de reunir, conservar, organizar y difundir el patrimonio bibliográfico, hemerográfico y documental especializado en artes visuales de los siglos XX y XXI. Incluye desde ensayos teóricos, catálogos de exhibiciones de museos y de galerías privadas hasta materiales efímeros de difusión sobre artistas y eventos.

Ya está disponible en línea su CATÁLOGO BIBLIOGRÁFICO y paralelamente se dio comienzo al proyecto “Documentos del Moderno”, que incluye las tareas de clasificación y descripción archivística de los diferentes fondos documentales, la implementación de un conjunto de medidas de conservación preventiva y la digitalización y puesta a disposición para consultas en una plataforma en línea.

El acervo documental concentra importantes fondos de diferente procedencia y características. Por un lado, se encuentra el Fondo Institucional del Museo de Arte Moderno generado durante décadas por la propia institución, con sus tres grandes series: las carpetas de actividades del museo, los sobres de fotografías y los sobres-legajo de artistas argentinos y extranjeros. En tanto los otros fondos fueron donados al museo por parte de relevantes personalidades del campo artístico: se trata de los archivos personales del crítico de arte José León Pagano, del coleccionista Ignacio Pirovano y del artista Alberto Heredia.

jueves, 22 de julio de 2021

Balada de Doña Rata por Conrado Nalé Roxlo.

 

La balada de Doña Rata

Doña Rata salió de paseo
por los prados que esmalta el estío;
son sus ojos tan viejos, tan viejos
que no puede encontrar el camino.

Demándale a una flor de los campos:
-guíame hasta el lugar en que vivo.
Más la flor no podía guiarla
con los pies en la tierra cautivos.

Sola va por los campos, perdida;
ya la noche la envuelve en su frío,
ya se moja su traje de lana
con las gotas del fresco rocío.
A las ranas que halló en una charca
Doña Rata pregunta el camino,
mas las ranas no saben que exista
nada más que su canto y su limo.

A buscarla salieron los gnomos,
que los gnomos son buenos amigos.
En la mano luciérnagas llevan
para ver en la noche el camino.

Doña Rata regresa trotando
entre luces y barbas de lino.
¡Qué feliz dormirá cuando llegue
a las pajas doradas del nido!

sábado, 30 de enero de 2021

Encuesta de calidad para mejorar nuestros servicios

 La biblioteca popular durante el 2020 mantuvo sus puertas cerradas. Como todo el mundo, la pandemia modificó nuestra forma de trabajar. Aún no sabemos cómo se va a desarrollar este año: qué servicios podemos brindar, qué cursos o talleres; cómo cobrar las cuotas societaria, etc.

Los bibliotecarios hicieron teletrabajo ingresando libros en el catálogo y manteniendo las redes sociales.

Los invitamos a completar la encuesta de calidad para saber la opinión de socios y usuarios y también de amigos que pueden sugerir propuestas.

También nos gustaría que sigan colaborando con la cuota societaria que es nuestro único ingreso

Gracias por elegirnos!


jueves, 15 de octubre de 2020

Un cuento para disfrutar

 EL PUNTO ENAMORADO

 Aquel punto se enamoró de una línea. Hay que comprenderlo: la veía tan alta, tan esbelta, tan longitudinal, que no podía dejar de pensar en todo su recorrido. Nunca despuntaré ante ella - se repetía una y otra vez- ¡Se acabó! Si no puedo ser suyo ¡seré un punto final! Y se decidió. Se desplazó veloz, dispuesto a tirarse al pie de una letra. Y tuvo suerte, pues pasaba por allí una Y griega. La Y lo vio en tal punto de desesperación, que lo animó: Vamos hombre, no te pongas así. Si en el fondo tienen muchos puntos en común. ¿Vos crees?- Quedó un punto suspendido. Claro - abrió los brazos la letra Y- ¿Qué es una línea al fin y al cabo, sino una sucesión infinita de puntos? ¡Una línea, una sucesión infinita de puntos! El punto quedó helado, a punto nieve. La letra Y continuó: Lo que tenés que hacer es ganar puntos. ¿Ganar puntos? ¡Claro! Ganar puntos para formar la línea de salida. Para ello hay que planearlo bien. Tenés que llamar a tus amigos, que se anoten para ir con vos mañana, se ponen uno detrás de otro y cuando pase la línea, se acercan. Ella los ve, se acerca, y vos la piropeas, ella se quiebra y… en ese punto… nace la intersección. Bueno, si lo decís lo intentaré. Y el punto citó a todos sus amigos, en un punto, a una hora en punto. Y los amigos llegaron puntualmente. Llegó un sinfín de puntos y seguido, uno detrás de otro. También llegaron algunos punto y aparte, por separado, bastante a su manera y manteniéndose un poco al margen. Y un montón de puntos suspensivos, muy misteriosos ellos. Incluso vino, de muy lejos, un punto final, con una palidez mortuoria que imponía. Al poco llegaron, con gran ruido, algunos puntos y comas, que dejaron sus comas en casa diciéndoles: “Tú comas lo que quieras, que yo llegaré tarde a cenar”. Llegaron los puntos de las interrogaciones con sus eternas preguntas “¿dónde nos ponemos?”, pero los puntos de las íes pusieron a cada uno en su sitio “un punto del derecho, un punto del revés”. También acudieron los dos puntos de la división, un poco agobiados “A nosotros se nos parte la tarde en dos, pero no podíamos dejar de venir” A poco apareció un punky, con unos pelos tiesos, buscando dónde ponerse –“Es que soy el asterisco. ¿Puedo?”. Pero no lo dejaron ponerse porque sólo quería llamar la atención. De pronto llegaron un grupo de siete u ocho: “Éramos doce, pero veníamos a mucha velocidad y nos multaron quitándonos cuatro”. Eran los puntos del carnet de conductor. Y llegaron muchos más. Por fin siguiendo las instrucciones de la Y, el punto enamorado les invitó a formar la línea de salida. Se pusieron a la salida del subte, por donde sabían que pasaba aquella línea. A la hora en punto, la vieron llegar… tan esbelta, tan guardando la línea… Se quedaron embelesados mirándola. Fueron aproximándose a ella; se movían con tanta gracia que enseguida la línea reparó en ellos. Ella se acercó… sintió que eran líneas paralelas. El punto enamorado le habló con acento seductor. Quisiera recorrerte, punto por punto, hasta el infinito. La línea, que no era tonta, leyó entre líneas el mensaje; entonces se onduló, onduló y… se quebró. Entonces todo fue una explosión de caricias equidistantes y concéntricos abrazos. Sintieron que su amor era de tal magnitud que pronto desearon formalizar una relación y, con ayuda de su amiga la Y, se convirtió en una relación copulativa. Y, desde entonces se han multiplicado aritmética e incluso geométricamente en muchos puntos seguidos, puntos y aparte, puntos y guiones, líneas continuas y discontinuas. Como es una familia tan honrada y trabajadora, todos están trabajando en la Oficina de Correos y Telégrafos y da gusto cuando salen a pasear. ¡Ay!, qué sería de nosotros sin la familia Morse.

lunes, 5 de octubre de 2020

 150° ANIVERSARIO DE LA CONABIP

Celebración con actividades virtuales: el gran festejo del cumpleaños

 María del Carmen Bianchi dirige un mensaje por las redes.

Desde Buenos Aires. La institución creada por Domingo Faustino Sarmiento celebró sus primeros 150 años de vida durante todo el mes de septiembre pasado, pero en especial el día 23, fecha exacta de su cumpleaños. La Comisión Nacional de Bibliotecas Populares (CONABIP), que depende del Ministerio de Cultura de la Nación, impulsa la creación y privilegia el fortalecimiento de las bibliotecas públicas, espacios de encuentro para el desarrollo comunitario, el estudio, la lectura y la construcción de ciudadanía. A través de un modelo de gestión asociado este organismo asiste actualmente a dos mil bibliotecas en 1.189 localidades del país en las que trabajan, la mayoría en forma voluntaria, más de veinte mil personas para once millones de usuarios registrados.

A lo largo del mes pasado hubo varias celebraciones que debieron adaptarse a la modalidad virtual por causa de la pandemia. Bibliotecarios, voluntarios, escritores, personalidades de la cultura, mediadores de la lectura, funcionarios y socios participaron de diversas consignas. De este modo, la entidad organizó un ciclo de charlas llamado “Recorridos lectores” —realizado en Facebook Live— donde cuatro escritores leyeron, comentaron textos, disertaron sobre diversos géneros y temas literarios para mediadores de la lectura y público en general. Todas las charlas quedarán disponibles en el CANAL DE YOUTUBE de la entidad.

El miércoles 23, día del aniversario de la CONABIP y Día de las Bibliotecas Populares, se lanzó la plataforma ANIVERSARIO 150 con un evento artístico que fue transmitido para todo el país. En esta plataforma multimedial se encuentra la historia de la institución (en palabras e imágenes) y se pueden visitar distintas galerías con contenidos audiovisuales y escritos que recopilan los hitos históricos de la red de bibliotecas populares.

El acto central, si bien virtual, contó con la actuación del cantante argentino León Gieco, quien interpretó dos canciones de su autoría y expresó palabras muy sentidas para la entidad. Fue precedido por un video institucional preparado ad hoc, más las palabras de la presidente, María del Carmen Bianchi, y del ministro de Cultura, Tristán Bauer. Todo lo transmitido puede VERSE AQUÍ.
[Fuente: Redacción]